Un día en Cuenca

El día 11 de abril participamos en la I Exposición Internacional “Ciudad de Cuenca”. Cuando llegamos estaba tooooooooooddoooooo lleno de mesas con un montón de gente peinando a toda clase de perros, algunos llevaban un babero para las babas, otros tenían el cuerpo lleno de paquetitos……. a otros les estaban cortando el pelo en ese momento, muuuuyyyyy normal todo.

Desde mi punto de vista los humanos están "de la nuca", ya me contareis que gracia tiene que te llenen el cuerpo de paquetitos o cualquier otra cosa rara, cuando puedes estar dando saltos y mordiéndote. A mí me miraban fatal y lo que vimos enseguida es que se trata de un mundo tremendamente “solidario” y nada “competitivo”. A mi lado había un compañero al que su dueño encontraba muy divertido darle de comer hasta que no se distinguiera la cara del cuello del cuerpo. Salí con dos carlinos más y por supuesto no me clasifiqué. Seguro que pensaban que había tomado esteroides y era fruto del gimnasio. Además yo soy bastante más grande y a diferencia de mis compañeros podía respirar y correr por la pista sin tener que usar la bombona de oxigeno.
Por otra parte, tiene narices que me recortaran los bigotes, me pusieran carbón vegetal para que el negro fuera más negro, por no hablar de una cosa que llaman rímel y que usa mi “jefa” en casa. También te untan una cosa como vaselina en las orejas y polvos blancos por todo el cuerpo y una señora que se llama Jueza te mira la boca, los cataplines y hasta el rabo, ¡qué fuerteeeeeeee!!!!!!!! ¿Acaso le miro yo de arriba abajo a ella? ¡¡¡¡Qué mal educada!!!! Luego dicen de los perros.... Al final nos dieron como nota un “Muy bueno” y después nos fuimos a correr por la Ciudad Encanta y a comer una tortilla con Lupita

En conclusión las pasarelas no se han hecho para mi, nosotros queremos pasar un buen rato en compañía de amigos y disfrutar del fin de semana juntos

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